En la antesala del debut mundialista, el estratega César Torres ha marcado un claro cambio de discurso, dejando de lado la cautela para expresar con firmeza la máxima aspiración del equipo. "Es el sueño, no solo de nosotros, sino de todos los colombianos, poder gritar esa palabra campeón, poder sentirnos ganadores, anexarle un logro tangible a toda esa evolución y esa competitividad y ese talento que tenemos en nuestro país", afirmó Torres. Esta declaración de intenciones subraya que el objetivo no es solo mejorar actuaciones pasadas, sino competir directamente por el trofeo. El técnico considera que el fútbol colombiano, en todas sus categorías, atraviesa un buen momento y que es hora de traducir el talento en títulos. "Nosotros queremos ser esa primera selección que quite esa historia, que la cambie y empiece a regalarle al país títulos.
Ese es nuestro sueño, vamos a dar la vida por lograrlo", sentenció.
A pesar de la ambición, Torres mostró respeto por sus rivales del Grupo F, describiendo a Arabia Saudita como "muy agresivo defensivamente", a Noruega como un equipo "de juego más posicional y buena estructura física", y a Nigeria como un conjunto "dinámico, intenso, de mucha velocidad". Esta mentalidad ganadora, combinada con un análisis detallado de los oponentes, busca preparar al equipo para los siete partidos que conducen a la final, un camino que el cuerpo técnico y los jugadores están decididos a recorrer.