El 'Tigre' fue contundente al señalar el mal estado de los terrenos de juego, comparándolos con experiencias poco profesionales. “En la mayoría de los estadios ha sido mucho respeto. Conocer el fútbol me ha llevado tiempo, los campos no son como en Europa, lo sufres, hay unos campos que son como entrar en la arena de Miami”, declaró el delantero. Su crítica, proveniente de una figura de su calibre, reabre el debate sobre la necesidad de mejorar las condiciones para elevar la calidad del espectáculo y proteger la integridad de los futbolistas. Además, Falcao revivió con honestidad el drama de su lesión de ligamento en 2014. Recordó la sensación de “la rodilla yendo para todos lados” y confesó que supo de inmediato que su sueño mundialista se había esfumado, diciendo para sí mismo: "A la mierda todo...
No me jodas en ese momento".
A pesar de su determinación en la recuperación, el golpe fue inmenso, y admitió haberse quebrado emocionalmente cuando el cuerpo médico le confirmó que no podría asistir al Mundial.
Estas confesiones ofrecen una visión más humana del ídolo, mostrando su vulnerabilidad y su pasión intacta por el deporte.