La figura de Yerry Mina en la Selección Colombia se encuentra en el centro de un debate que contrapone su indiscutible dominio en el juego aéreo con las críticas recibidas por su rendimiento defensivo durante las Eliminatorias Sudamericanas. A pesar de los cuestionamientos, las estadísticas confirman a Mina como el defensor más efectivo en duelos aéreos de toda la clasificatoria. Con un impresionante 84% de éxito en esta faceta, superó a destacados centrales del continente como el brasileño Gabriel Magalhães (76%) y el ecuatoriano Joel Ordóñez (73%). Este dato resalta una de sus mayores fortalezas, que también se traduce en una amenaza ofensiva, como lo demostró al marcar el gol del empate parcial en el decisivo partido contra Venezuela. Sin embargo, su actuación en ese mismo encuentro generó una ola de críticas por parte de analistas y aficionados. El periodista Iván Mejía fue uno de los más contundentes, afirmando que "el gol de cabeza no tape los problemas de marca, la desubicación y la falta de claridad para salir con la pelota".
Mejía incluso llegó a sugerir que el defensor del Cagliari no debería ser convocado al Mundial.
La preocupación por la solidez defensiva fue compartida por el propio técnico Néstor Lorenzo, quien admitió su inquietud por los tres goles recibidos ante la 'Vinotinto', reconociendo que "en un Mundial es muy difícil de remontar, no te perdonan". Este doble panorama, donde Mina es un pilar estadístico en un aspecto clave del juego pero a la vez un punto de vulnerabilidad en otros, plantea un dilema para el cuerpo técnico de cara a la cita orbital.
En resumenYerry Mina se presenta como una figura de contrastes para la Selección Colombia: mientras sus números lo avalan como el mejor defensor aéreo de las Eliminatorias, las dudas sobre su consistencia defensiva generan un debate sobre su rol y titularidad en el equipo que disputará el Mundial 2026.