La goleada 6-3 de la Selección Colombia sobre Venezuela en Maturín tuvo una consecuencia directa e histórica para otra nación: Bolivia. El triunfo colombiano fue el resultado que la selección del altiplano necesitaba para arrebatarle a la 'Vinotinto' el séptimo lugar de la tabla y asegurar su cupo en el repechaje intercontinental para el Mundial 2026. La última jornada de las Eliminatorias se vivió con alta tensión, ya que Bolivia y Venezuela se jugaban la última oportunidad de seguir en carrera. Bolivia cumplió con su parte al lograr una histórica victoria 1-0 sobre Brasil en El Alto, pero dependía de que Venezuela no sumara puntos.
La contundente actuación de Colombia selló el destino de ambas selecciones.
La gratitud en Bolivia fue inmediata y notoria. El gesto más simbólico provino de su capitán y arquero, Carlos Lampe, quien fue visto celebrando en la caravana de festejo en La Paz con una camiseta de la Selección Colombia con el número '10' de James Rodríguez. En declaraciones posteriores, Lampe reveló que habló con el capitán colombiano: “Le mandé la foto con su camiseta, le di las gracias, se rio y me felicitó”.
El técnico boliviano, Óscar Villegas, también reconoció la ayuda indirecta, admitiendo que era “incómodo jugar, ir ganando y escuchar la radio esperando que Colombia nos pueda ayudar”. La prensa boliviana se hizo eco del sentimiento, con titulares que calificaban a Colombia como “el aliado boliviano” y destacaban que la 'Tricolor' había ayudado a cumplir el sueño de la 'Verde'.
En resumenEl triunfo de Colombia por 6-3 ante Venezuela fue decisivo para que Bolivia clasificara al repechaje del Mundial 2026. Este resultado, combinado con la victoria boliviana sobre Brasil, generó una ola de agradecimiento en Bolivia, simbolizada por el arquero Carlos Lampe celebrando con la camiseta de James Rodríguez.