Esta visión es compartida por Iván Mejía, quien respaldó las críticas y expresó su preocupación por el futuro del equipo en el Mundial. La sensación general es que, si bien se cumplió el objetivo, el juego colectivo de la selección ha decaído y depende en exceso de las individualidades. Vélez fue más allá y predijo que “jugando así no pasamos la primera ronda del Mundial”, un llamado de atención que busca evitar la autocomplacencia y exigir una mejora sustancial de cara al torneo en Norteamérica.