Para lograrlo, necesitaría superar a varias potencias que se encuentran por delante en la clasificación. El principal obstáculo para esta meta es la asimetría en el calendario de competencias. A Colombia solo le resta un partido oficial de Eliminatorias, contra Venezuela, mientras que sus rivales directos en Europa continuarán disputando encuentros clasificatorios, los cuales suman una cantidad significativamente mayor de puntos en el ranking. Los demás partidos programados para la Selección en octubre y noviembre son de carácter amistoso, lo que limita considerablemente la posibilidad de sumar las unidades necesarias para escalar posiciones de manera drástica. Aunque el equipo atraviesa un buen momento deportivo, esta diferencia en el tipo de compromisos hace que la tarea de recortar la brecha con las selecciones de élite sea muy difícil. Por lo tanto, a pesar de la ilusión, las probabilidades de que Colombia sea cabeza de serie en el sorteo del 5 de diciembre son bastante bajas.