Ahora, con la clasificación al Mundial 2026 en juego, se considera que el duelo contra Bolivia es el escenario ideal para replicar esa fórmula. La lógica detrás de esta propuesta es clara: la precisión en el pase y la media distancia de ambos jugadores serían fundamentales para romper una defensa cerrada.

Su capacidad para abastecer a los delanteros, ya sea Luis Díaz, Jhon Córdoba o Dayro Moreno, liberaría a otros jugadores como Jhon Arias para que asuma un rol más ofensivo.

La viabilidad de este planteamiento dependería de un sacrificio en el mediocampo, probablemente prescindiendo de un volante de marca para darles cabida. Esto requeriría un mayor despliegue de los laterales para compensar en defensa y reducir espacios.

Ambos jugadores llegan a la convocatoria con ritmo de competencia en sus respectivos clubes y, según se ha informado, sin problemas físicos, lo que hace que la opción sea aún más atractiva para un Néstor Lorenzo que necesita soluciones ofensivas.