Las críticas se centran principalmente en tres nombres: Yerry Mina, David Ospina y Marino Hinestroza.

Mina es calificado como uno de los jugadores “más resistidos”, ya que no ha logrado consolidar un nivel óptimo en el Cagliari y su llamado va en contra de la opinión popular que pide un recambio generacional en la defensa. En el caso de Ospina, muchos lo señalan como uno de los responsables de la eliminación de Atlético Nacional en la Copa Libertadores, considerando su convocatoria injusta frente a arqueros de la liga local en mejor momento, como Aldair Quintana o Andrés Mosquera Marmolejo. Finalmente, la inclusión de Marino Hinestroza también ha sido cuestionada, argumentando que su desempeño ha “venido a menos” y ha contado con pocos minutos. En contraste, la no convocatoria de futbolistas como Kevin Serna, figura en el Fluminense de Brasil, o el lateral Álvaro Angulo (quien finalmente ingresó por lesión de otro jugador), ha sido vista como una injusticia. El periodista Carlos Antonio Vélez ha sido una de las voces más críticas, calificando al grupo como “el club de amigos” y señalando que hay “cupos fijos sin competencia real”, lo que pone en duda si el criterio de selección se basa en la historia de los jugadores o en su rendimiento actual. Esta situación abre un debate sobre la meritocracia y la gestión del recambio generacional en la Selección.