Su agente, Simone Rondanini, envió una carta formal al club italiano solicitando que faciliten su traspaso al Sunderland, equipo que ya habría llegado a un acuerdo personal con el jugador.
Sin embargo, el Bologna ha rechazado las ofertas iniciales, tensando la situación y dejando el futuro del central en el aire.
Por su parte, la situación de Carlos Cuesta es aún más compleja. Su traspaso al Spartak de Moscú desde el Galatasaray se frustró a último momento, y al no estar en los planes del club turco, su inactividad competitiva es una seria amenaza para su nivel.
Según informes, el conflicto podría incluso derivar en un pleito legal ante la FIFA.
Este panorama de incertidumbre contrasta con la noticia positiva del regreso de Yerson Mosquera, quien, tras superar una grave lesión, ha sumado minutos y ha tenido una buena actuación con el Wolverhampton en la EFL Cup, perfilándose como una solución oportuna para una defensa que necesita certezas.