"Estamos bien, yo creo que tenemos jugadores increíbles que están pasando por un momento único y ahora fueron a clubes grandes en Europa", afirmó.

Para el mediocampista de 33 años, este factor es clave para afrontar con éxito los últimos partidos de las Eliminatorias y para tener un desempeño destacado en el Mundial. Además de su confianza en el talento del equipo, James asumió con orgullo su rol de liderazgo en el vestuario, sintiéndose un referente para los jugadores más jóvenes, a quienes considera el futuro de la selección.

Esta responsabilidad lo impulsa a soñar en grande.

Al ser consultado sobre sus expectativas para la cita orbital en Estados Unidos, Canadá y México, no dudó en expresar su máxima aspiración: "El sueño es hacer una buena Copa del Mundo", comentó, para luego añadir que el equipo tiene el talento suficiente para "poder llegar a una gran final". Esta declaración refleja la mentalidad ganadora que busca inculcar en el grupo, utilizando la experiencia de la final de la Copa América como un antecedente para creer en la posibilidad de un rendimiento histórico que haga vibrar al país.