El equipo dirigido por Néstor Lorenzo llega en una posición favorable, necesitando solo un punto, y con un arsenal ofensivo más completo que en jornadas anteriores. El calendario depara dos compromisos cruciales en septiembre: el primero será el día 4 contra Bolivia en el estadio Metropolitano de Barranquilla, un escenario históricamente favorable para la Tricolor. El cierre de la clasificatoria será el 9 de septiembre en Maturín, visitando a Venezuela. Con 31 puntos, Colombia depende de sí misma para sellar su participación en la cita mundialista de Estados Unidos, México y Canadá. Una de las noticias más positivas para el cuerpo técnico es la amplia gama de opciones en ataque, una situación inédita en gran parte del proceso. Jugadores como Luis Díaz, Luis Javier Suárez, Luis Sinisterra, Jhon Durán, Juan Camilo 'Cucho' Hernández, Rafael Santos Borré y Jhon Córdoba se encuentran en buen momento en sus respectivos clubes, ofreciendo a Lorenzo un abanico de variantes para conformar la delantera.

Sin embargo, no todo es certeza.

La convocatoria, que se revelará en la última semana de agosto, está marcada por la incertidumbre en el mediocampo. La falta de ritmo competitivo de James Rodríguez, las molestias físicas de Juan Fernando Quintero y la reciente lesión de Nelson Deossa en su llegada al Real Betis, generan dudas sobre la disponibilidad y el nivel de tres piezas habitualmente consideradas por el entrenador.