Sin embargo, no pudo capitalizar la localía en su segundo encuentro y cayó por 1-0 frente a Real Cundinamarca, el sorpresivo líder del grupo.

Esta derrota en el estadio Olímpico Pascual Guerrero fue un golpe duro para sus aspiraciones, ya que lo dejó en el fondo de la tabla con una unidad, empatado con Patriotas pero con una peor diferencia de goles o por otros criterios de desempate. Ahora, Boca Juniors se enfrenta a un calendario exigente con la obligación de sumar de a tres para no quedar tempranamente eliminado.

Su próximo partido será contra Patriotas en Cali, un duelo que ha sido calificado como “decisivo” para ambos, ya que una derrota podría significar el adiós definitivo a cualquier posibilidad de pelear por el cupo a la final.