Esta drástica medida surge como una respuesta a la frustración por no lograr el anhelado ascenso a la primera división en las últimas temporadas. Actualmente compitiendo en la segunda división, el Atlético Huila ha visto sus aspiraciones de ascenso truncadas repetidamente en los cuadrangulares semifinales. Según los informes, la paciencia de los propietarios del club se habría agotado, llevándolos a concluir que un cambio de sede podría ser determinante para alcanzar los objetivos deportivos trazados. La idea de una renovación total, comenzando por una nueva ciudad, parece ser la estrategia que la dirigencia considera para revitalizar el proyecto. Aunque la nueva ciudad que acogería al equipo aún no ha sido confirmada, se especula que el anuncio oficial se realizaría al finalizar la presente temporada del Torneo BetPlay. Esta posible mudanza representa una decisión radical que no solo afectaría la identidad del club, sino también a su afición en Neiva, que ha acompañado al equipo a lo largo de su historia. La directiva busca un nuevo comienzo que le permita al equipo opita superar los obstáculos que le han impedido regresar a la élite del fútbol profesional colombiano.