En el partido de vuelta, Real Cartagena ganaba 2-1, un resultado que lo estaba clasificando.
Al minuto 86, se sancionó un penal a favor de Millonarios, ejecutado por Danovis Banguero y atajado por el arquero local. Sin embargo, el árbitro anuló la atajada y ordenó la repetición del cobro, argumentando una 'invasión' de área por parte de un delantero de Millonarios. Los análisis posteriores, citados en los artículos, señalan que esta decisión fue un error, ya que la normativa de la IFAB indica que la repetición solo procede si el jugador que invade el área interfiere directamente en la jugada o influye en el arquero, condiciones que no se cumplieron. En el segundo cobro, Banguero anotó, dándole a Millonarios el gol que necesitaba para avanzar en el marcador global. La situación generó un fuerte descontento y puso de manifiesto un error de interpretación reglamentaria que impactó directamente en el resultado de la serie, perjudicando las aspiraciones de Real Cartagena, un equipo que, según se menciona, también cambió de técnico recientemente en el Torneo BetPlay.