Esta decisión marca un movimiento sorpresivo en el mercado de jugadores libres, al preferir la segunda división sobre opciones en la máxima categoría. El fichaje de Andrés Andrade por Boca Juniors de Cali hasta el 31 de diciembre representa una de las movidas más comentadas en el mercado de agentes libres del fútbol colombiano. A sus 36 años, y tras un paso por Atlético Bucaramanga marcado por lesiones que limitaron su participación a solo cinco partidos, el volante vallecaucano priorizó la continuidad y los minutos en cancha sobre la posibilidad de unirse a un club de primera división como Millonarios, que había mostrado interés en sus servicios. La decisión de Andrade subraya una tendencia en la que jugadores de vasta trayectoria optan por proyectos en la segunda categoría en busca de protagonismo y regularidad, algo que un equipo como el embajador, con un mediocampo ya establecido, difícilmente podría garantizarle. Para Boca Juniors de Cali, la incorporación del 'Rifle' es un golpe de autoridad. Ganan un jugador con una notable trayectoria, que incluye pasos por Atlético Nacional y experiencia internacional, cuya calidad técnica y visión de juego pueden ser determinantes en la lucha por el ascenso.

Aunque el contrato es a corto plazo, su presencia puede servir como un catalizador para el plantel y un atractivo para la afición. La situación también refleja la realidad de un jugador en la etapa final de su carrera, donde la necesidad de sentirse importante y activo en el campo prevalece sobre otros factores, eligiendo un entorno familiar en su ciudad natal para reencontrar su mejor nivel competitivo.