Sin embargo, la sorpresiva salida de David González del banquillo de Millonarios, debido a una profunda crisis de resultados, abrió una oportunidad que Torres decidió aceptar. La oferta del equipo bogotano, donde fue campeón en 2012 rompiendo una sequía de 24 años, pesó más en su decisión final.
Este giro de eventos obligó al Real Cartagena a activar un plan B, que culminó con la contratación del argentino Néstor Craviotto. La decisión de Torres generó un efecto dominó en los banquillos, ya que su debut con Millonarios se dio precisamente contra el Real Cartagena en la Copa BetPlay, enfrentando al equipo que estuvo a punto de dirigir. Este episodio subraya la dinámica del mercado de entrenadores en el fútbol colombiano, donde las oportunidades en equipos de primera división pueden cambiar rápidamente los planes de los clubes de la Primera B.