La adquisición de 17 aviones de combate Gripen por parte del gobierno de Gustavo Petro se ha convertido en una importante controversia política, marcada por acusaciones de incoherencia, posibles sobrecostos y denuncias de soborno. Este multimillonario contrato, el más costoso del siglo, está bajo el escrutinio de los entes de control y es utilizado como un arma de la oposición de cara al ciclo electoral de 2026. La decisión de la administración Petro de comprar 17 aviones de combate Gripen a la empresa sueca Saab por 16,5 billones de pesos ha desatado una gran tormenta política. La controversia surge de una aparente incoherencia, ya que el propio Petro había criticado duramente un plan similar durante el gobierno de Iván Duque. Ahora, como presidente, defiende la adquisición, pidiendo que los contratos se hagan públicos y calificando las acusaciones de comisiones como una 'completa tropelía'.
El acuerdo enfrenta un intenso escrutinio.
La Contraloría General ha exigido el expediente completo de la compra, buscando entender las razones técnicas y económicas para elegir los aviones suecos sobre las alternativas estadounidenses y francesas. Para agravar el escándalo, Camilo Enciso, exsecretario de Transparencia, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción de Suecia, alegando un posible soborno extranjero. La denuncia destaca una 'correlación (aunque no una prueba)' entre la lujosa y prolongada estancia de la primera dama, Verónica Alcocer, en Estocolmo y la finalización del contrato de defensa. Esto ha alimentado una narrativa, amplificada por la oposición, de un posible conflicto de intereses o beneficios ilícitos. El Ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha reaccionado airadamente a las preguntas sobre comisiones, calificándolas de 'ofensivas'. La controversia se ha convertido en una poderosa herramienta política para los opositores, quienes vinculan la costosa compra militar con las prioridades de gasto social del gobierno y el estilo de vida de la primera dama.
En resumenLa compra de aviones de combate Gripen por parte del gobierno por 16,5 billones de pesos ha desatado una gran controversia, alimentada por la oposición previa del presidente Petro a un acuerdo similar y por acusaciones de posible soborno vinculadas a las actividades de la primera dama en Suecia. El acuerdo está ahora bajo investigación de la Contraloría y ha sido denunciado en Suecia, convirtiéndose en un importante pasivo político para la administración y un tema clave para la oposición de cara a las elecciones de 2026.