Juan Carlos Pinzón sugirió un proceso en dos pasos: una encuesta nacional vinculante en enero, abierta solo a candidatos que superen un umbral del 3%, seguida de una 'Gran Consulta Popular' en marzo. Del mismo modo, Abelardo de la Espriella, reconociendo la urgencia, propuso una encuesta aún más temprana antes del 10 de diciembre, argumentando que sería un 'despropósito' dejar que la campaña de Iván Cepeda avance sin oposición durante meses. Estos llamados son secundados por figuras influyentes como el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien en su columna advirtió contra 'el espejismo de que todos pueden ganar', un sentimiento que alimenta la división.

Las reacciones han sido mixtas.

María Fernanda Cabal expresó su apoyo a la propuesta de De la Espriella, mostrando disposición a participar.

Sin embargo, Vicky Dávila pareció más vacilante.

Esto refleja las profundas rivalidades y la 'pugnacidad y desconfianza generalizada' que Vargas Lleras destacó.

Mientras tanto, partidos tradicionales como el Centro Democrático y el Partido Conservador navegan sus propios procesos internos, complicando aún más el camino hacia una gran coalición.