En 2008, denunció públicamente que el entonces presidente Uribe lo había llamado para indagar sobre el proceso contra su primo, el senador Mario Uribe, lo que derivó en una demanda por injuria y calumnia por parte del exmandatario.

Su nombramiento es visto como un gesto estratégico de Petro para colocar al frente del ministerio a una figura de gran peso jurídico, con una trayectoria de defensa de la independencia judicial. Se espera que su rol sea clave para manejar temas sensibles como la 'Paz Total' y para reconstruir una relación de confianza con las altas cortes, deteriorada por los constantes enfrentamientos del presidente con el sistema de justicia.