Esta ofensiva legal agudiza la histórica rivalidad entre ambas colectividades y amenaza con obstaculizar la participación electoral del renacido partido.

En la tutela, el Partido Liberal argumenta que el uso de la palabra 'Liberalismo' y de los colores rojo y blanco por parte del Nuevo Liberalismo genera confusión en el electorado y afecta sus derechos políticos, ya que estos símbolos le pertenecen históricamente. “El origen de ese partido surgió de vertientes políticas existentes en el interior del Partido Liberal, por lo que guardan semejanza y no se logra identificar con claridad la diferencia”, señala la demanda. La acción busca que se prohíba al Nuevo Liberalismo registrar aspirantes a la Presidencia y listas al Congreso mientras mantenga una identidad visual similar.

Juan Manuel Galán reaccionó calificando la medida como un acto de “revictimización” y un intento de negarles su derecho fundamental a la participación política después de una larga lucha para recuperar su personería jurídica. La disputa legal profundiza el enfrentamiento entre la casa Gaviria y los hermanos Galán, y complica aún más cualquier posibilidad de una alianza de centro, en un momento en que el propio Nuevo Liberalismo enfrenta tensiones internas por la conformación de sus listas y alianzas.