El presidente Gustavo Petro enfrenta nuevas denuncias penales ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, las cuales se suman a la tensa atmósfera política de cara a las elecciones de 2026. El abogado Juan Carlos Portilla radicó dos denuncias: una por presunto lavado de activos y otra por falsedad en documento público, ambas vinculadas a la reciente inclusión del mandatario en la Lista Clinton de la OFAC. La acusación por falsedad se basa en una aparente contradicción: mientras el presidente afirmó públicamente estar separado de Verónica Alcocer "hace años", en su declaración de bienes del 11 de noviembre de 2024 ella aún figura como su cónyuge. La denuncia por lavado de activos, por su parte, se fundamenta en la designación en la lista estadounidense y solicita una revisión de sus operaciones financieras y las de su entorno.
El presidente reaccionó a las acusaciones preguntando: "¿Será que he lavado mi sueldo o qué?".
A estas acciones legales se suma la del precandidato presidencial Abelardo de la Espriella, quien también anunció una denuncia contra Petro por "traición a la patria". El ambiente se enrarece aún más con la actuación del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien, a pesar de su rol como garante electoral, ha publicado videos en redes sociales con ataques personales y soterrados contra De la Espriella, lo que ha sido interpretado como una indebida participación en política.
En resumenEl inicio de la carrera electoral está marcado por una creciente judicialización y polarización, con denuncias penales contra el presidente Petro que, aunque su trámite es incierto, alimentan el discurso de la oposición. Al mismo tiempo, acciones de altos funcionarios del gobierno contra precandidatos opositores contribuyen a un clima de confrontación.