La decisión del gobierno de Donald Trump de incluir al presidente Gustavo Petro, a su esposa Verónica Alcocer, a su hijo Nicolás Petro y al ministro Armando Benedetti en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), conocida como 'Lista Clinton', ha desatado una grave crisis diplomática y política. La medida, justificada por Washington bajo el argumento de que el gobierno colombiano ha otorgado beneficios a "organizaciones narcoterroristas", ha tenido consecuencias inmediatas y ha elevado la tensión entre ambos países. Uno de los efectos más tangibles fue el incidente ocurrido durante la gira del presidente por Medio Oriente, cuando al avión presidencial se le negó el suministro de combustible en una escala en Cabo Verde por parte de una empresa norteamericana. El presidente Petro denunció el hecho como una "humillación" y una persecución política por parte de Trump, motivada por su oposición "al genocidio en Gaza y al crimen en el Caribe".
Como respuesta, ordenó la terminación del contrato con dicha empresa.
Además, Petro ha sido enfático en rechazar el despliegue militar estadounidense en el Caribe, donde se han reportado ataques letales a supuestas narcolanchas, y ordenó la suspensión de todo apoyo militar colombiano a operaciones que usen "fuerza desproporcionada". Tanto el presidente como el ministro Benedetti han contratado abogados en Estados Unidos para buscar su exclusión de la lista, un proceso que podría tardar meses. Expertos y analistas consideran que la inclusión en la lista es una medida con una fuerte carga política, utilizada por la administración Trump como un arma para influir en el panorama político de la región.
En resumenLa inclusión del presidente Petro y su círculo cercano en la 'Lista Clinton' ha provocado una crisis con Estados Unidos, generando consecuencias operativas y una escalada en la retórica de confrontación, convirtiéndose en un punto central del debate político nacional e internacional.