Uribe detalló que su candidatura se inscribirá dentro de una lista cerrada de su partido, el Centro Democrático, y que ocupará el puesto número 25. La decisión de optar por una lista cerrada, donde los ciudadanos votan por el partido y no por candidatos individuales, convierte su nombre en un poderoso ancla para atraer votos y asegurar una bancada robusta para su colectividad. Aunque ocupará una posición simbólica y no una de las primeras, su sola presencia en el tarjetón es una estrategia para movilizar a su base electoral y fortalecer la marca del partido. Este anuncio reafirma el liderazgo de Uribe dentro de la derecha colombiana y su rol central como articulador de la oposición al gobierno de Gustavo Petro. Su regreso al legislativo, del que se retiró en 2020 en medio de su proceso judicial, indica que no solo ejercerá su influencia desde la dirección del partido, sino que buscará tener una voz directa en los debates nacionales desde el Capitolio, lo que sin duda reconfigurará las dinámicas políticas tanto en la campaña como en el próximo periodo legislativo.