Este movimiento político fue posible gracias a la intermediación clave del expresidente Álvaro Uribe, consolidando a Pinzón como una figura que busca tender puentes entre el uribismo y sectores de centro. En su evento de lanzamiento, Pinzón agradeció explícitamente a Uribe, afirmando que su respaldo busca "gestionar una unión por el país" y defender doctrinas de "libertad, orden y seguridad". Con esto, se posiciona como un "uribista moderado", con experiencia en el Estado y buenas relaciones internacionales, capaz de generar menos resistencia que figuras más radicales de la derecha. Su candidatura también ha generado controversia; el precandidato Roy Barreras calificó la alianza Pinzón-Betancourt como una "reunión de los dos símbolos de ingratitud en Colombia", recordando que ambos fueron beneficiados por el gobierno de Juan Manuel Santos, hoy adversario de Uribe. Pinzón, quien fue ministro de Santos, ha pedido excusas públicamente por su papel en el Acuerdo de Paz, un gesto que ha facilitado su acercamiento al uribismo. La campaña de Pinzón ha enfrentado un primer desafío: el intento de exfuncionarios del impopular gobierno de Iván Duque de sumarse a su equipo, lo cual fue rechazado para mantener una imagen de renovación. Fuentes del partido Oxígeno ven a estos emisarios como "fantasmas tóxicos sin votos" que podrían contaminar la narrativa de "oxígeno fresco" que se busca proyectar.
Juan Carlos Pinzón se lanza como candidato con el aval de Oxígeno y el respaldo de Uribe
El exministro y exembajador Juan Carlos Pinzón oficializó su candidatura presidencial para 2026, tras recibir el aval del partido Verde Oxígeno, liderado por Ingrid Betancourt.



Artículos
10Política
Ver más
Durante las negociaciones con el Gobierno colombiano (2012-2016), las FARC lanzaron un video de rap que se convirtió en objeto de burla en redes sociales. Esta es la historia detrás de esta canción.

Cuatro exjefes de la Casa del Rey analizan los altibajos de la institución durante el último medio siglo

A pesar de que las mujeres son la mitad de la población del mundo, buena parte de los liderazgos políticos y empresariales están en manos de los hombres

Más de 90 personas quieren ser presidentes de Colombia. Respetémoslos: es una labor dura, solitaria y desagradecida




