El conflicto se originó por dos acuerdos aparentemente contradictorios.
Carolina Corcho, quien obtuvo casi 700,000 votos y quedó en segundo lugar en la consulta presidencial, reclamaba la cabeza de lista basándose en un acuerdo de julio que le otorgaba ese derecho. Por su parte, María José Pizarro defendía su posición argumentando un acuerdo posterior, de septiembre, en el que se le prometió el primer renglón a cambio de declinar su precandidatura presidencial. La puja se hizo pública y amenazó con fracturar la cohesión del movimiento justo después de su exitosa jornada electoral.
Ante la creciente controversia, Pizarro publicó un video en sus redes sociales en el que declinaba su aspiración.
"Mi compromiso no es por una curul, sino con Colombia, con las organizaciones y con la unidad", afirmó, añadiendo que se ponía a disposición del presidente Petro, del Frente Amplio y de la Constituyente. Con este gesto, Pizarro no solo resolvió la disputa, sino que también anunció que no regresará al Congreso en 2026.
La decisión dejó el camino libre para que Corcho, en la reunión del comité político del Pacto, fuera confirmada como cabeza de lista, quien se comprometió a trabajar para lograr una bancada de 55 senadores y 87 representantes.











