La reunión busca consolidar un frente unificado para competir contra el proyecto político del presidente Gustavo Petro.

Tras el encuentro, realizado en Rionegro (Antioquia), los exmandatarios anunciaron su intención de construir un movimiento que logre "cambiar a Colombia". La ambición de la alianza fue resumida por el expresidente Uribe, quien declaró que el objetivo es conformar "una gran coalición de base democrática, incluyendo desde Abelardo [de la Espriella] hasta el doctor Fajardo". Esta declaración subraya la intención de aglutinar un espectro ideológico diverso, desde la derecha más firme hasta el centro político, en un esfuerzo por presentar un candidato único con posibilidades de victoria. La cumbre se produce como una reacción directa a la demostración de fuerza electoral del Pacto Histórico en su consulta interna y en un momento en que la oposición se encuentra fragmentada con decenas de aspirantes. Durante la reunión, ambos líderes políticos criticaron duramente las políticas del gobierno actual en materias de salud, pensiones y seguridad.

Además, se comprometieron a iniciar conversaciones con otras figuras relevantes como Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo y Juan Manuel Galán.

A pesar de que los expresidentes arrastran una considerable impopularidad, su papel como convocantes es visto como fundamental para ordenar el disperso panorama de la oposición y definir una hoja de ruta electoral clara. El presidente Petro reaccionó al encuentro, criticando la unión de quienes considera representantes de la política tradicional.