En su discurso, enfatizó que la seguridad es un derecho ciudadano que debe garantizarse “sin abusos ni corrupción”. Además de su agenda de seguridad, Fajardo reiteró su posicionamiento de centro, criticando la polarización y la agresividad en la política. “Mientras otros hacen viral el odio, nosotros vamos a hacer viral la decencia”, afirmó, respondiendo a quienes lo califican de “tibio” por su estilo moderado. “La valentía no está en insultar, sino en ser decente”, insistió, proponiendo un gobierno basado en el diálogo, la lucha contra la corrupción y la articulación entre los niveles de gobierno para impulsar el desarrollo agroindustrial.