Calificándola como una “cortina de humo”, argumentan que el gobierno no cuenta con las mayorías en el Congreso ni el apoyo ciudadano necesario —casi 14 millones de votos— para convocarla. Además, señalan que el verdadero problema no es la Constitución de 1991, sino la “incompetencia y corrupción” del gobierno. A pesar de las críticas, la constituyente se ha convertido en una bandera de campaña para algunos sectores del Pacto Histórico, como Daniel Quintero, quien la ha incluido entre sus ideas más controversiales.