Desde tempranas horas de la jornada, ciudadanos y precandidatos como Iván Cepeda y Carolina Corcho reportaron problemas en todo el país. Las quejas se centraron en la reducción y traslado de puestos de votación, especialmente en zonas rurales, la insuficiencia de mesas que provocó largas filas y congestiones, y la escasez de tarjetones en algunos puntos. El presidente Petro denunció que de “13.000 puestos planeados, solo hay 9.000” y que el sistema informático “se cae o lo sabotean”. El ministro del Interior, Armando Benedetti, fue más allá, afirmando que los problemas “nunca antes se habían visto” y que el Consejo Nacional Electoral “nunca quiso abocar los temas del Pacto Histórico”. Por su parte, el registrador Hernán Penagos defendió la labor de la entidad, asegurando que el número de 20.000 mesas fue acordado previamente con los partidos y que las congestiones fueron casos aislados.
“Aquí no ha habido mala fe de nadie...
No existe ningún motivo para mencionar sabotaje en esta consulta”, declaró Penagos, quien además garantizó que todos los ciudadanos en fila a las 4:00 p.m.
podrían votar.
La Procuraduría recibió 547 quejas durante el día, pero entregó un balance general positivo, afirmando que se brindaron “plenas garantías”.











