Los críticos, como la senadora María Fernanda Cabal, señalan una drástica caída desde los 5,8 millones de votantes que participaron en la consulta del Pacto en marzo de 2022, cuando Gustavo Petro fue el candidato. Esta comparación sugiere un desgaste del petrismo y una pérdida de más de la mitad de su base electoral movilizada. Sin embargo, defensores de la consulta y analistas como los de Blu Radio y La Silla Vacía argumentan que dicha comparación es metodológicamente incorrecta. La consulta de 2022 coincidió con las elecciones legislativas y contaba con el propio Petro en el tarjetón, factores que impulsaron masivamente la participación. La jornada del 26 de octubre, en cambio, fue una “consulta fría”, sin otros comicios simultáneos. En este contexto, superar los 2 millones de votos es visto como una “cifra muy respetable” y una demostración de que el petrismo “está vivo y tiene músculo político”. El exsenador Gustavo Bolívar defendió los resultados, destacando que se lograron “sin buses, sin lechona, sin compra de votos”, y en medio de adversidades logísticas.
El presidente Petro celebró el resultado como una consolidación del Pacto Histórico como “la primera fuerza política de Colombia”.











