A pesar de ello, afirmó que “nada detiene la fuerza de un pueblo despierto”. Su campaña se ha centrado en la defensa del sistema de salud pública y la promoción de políticas sociales inclusivas. Corcho ha sido enfática en su narrativa de que la candidatura presidencial no debe ser definida por “grupos de poder, ni la plutocracia”, sino por “el pueblo, es la gente”. Su visión de país promete ir más allá de las propuestas del primer mandato de Petro, y ha dejado claro que las reformas se materializarán “por la vía congresional o por Asamblea Nacional Constituyente”. Este enfoque la acerca a la figura disruptiva que fue Petro en sus inicios, atrayendo a las bases más inconformes con la organización actual del Pacto Histórico y a influenciadores afines al petrismo.