El espectro político de la derecha colombiana ha intensificado sus movimientos estratégicos con miras a las elecciones de 2026, con el expresidente Álvaro Uribe Vélez retomando un papel protagónico en la articulación de una coalición opositora. A pesar de su condena en primera instancia, Uribe ha reforzado su presencia pública, recorriendo el país y tejiendo alianzas para consolidar un frente anti-Petro. Su partido, el Centro Democrático, ha confirmado que Uribe aspirará al Senado en 2026, ocupando el puesto 25 en una lista cerrada, una decisión que depende de su situación judicial.
En paralelo, se han producido acercamientos significativos entre diversas figuras.
La precandidata Vicky Dávila y Miguel Uribe Londoño, quien asumió la aspiración tras el magnicidio de su hijo, se reunieron para dialogar sobre la “unidad de la derecha”.
Uribe Londoño también planea encuentros con Germán Vargas Lleras y César Gaviria.
Estos movimientos se dan en un contexto donde el uribismo y el vargasllerismo buscan liderar una gran consulta de oposición, preparando una cumbre de sus bancadas para el 15 de octubre. El retiro de Francisco Barbosa de la contienda presidencial añadió presión a este proceso, con su llamado a que los precandidatos con baja intención de voto se unan en torno a una propuesta sólida. La estrategia de la derecha parece enfocarse en superar la fragmentación que, según Barbosa, contrasta con la cohesión que muestra la izquierda, para así construir una alternativa de poder viable para disputar la presidencia.
En resumenCon Álvaro Uribe nuevamente activo en la arena política y buscando una curul en el Senado, la derecha colombiana acelera la conformación de una coalición para 2026. Los encuentros entre precandidatos como Vicky Dávila y Miguel Uribe Londoño, junto al llamado a la unidad del retirado Francisco Barbosa, marcan un esfuerzo por consolidar un frente unificado contra el gobierno de Gustavo Petro.