Lo fue en Bogotá, siempre”, afirmó en una entrevista, lamentando que se haya “desperdiciado de la manera más miserable” la oportunidad de cambio que representaba. Su propuesta se centra en tres acuerdos nacionales: uno social para combatir la pobreza, uno por la seguridad para enfrentar al crimen organizado y otro de desarrollo regional sin corrupción. En materia de seguridad, reconoció la contribución de Uribe en 2002 y propuso revivir una contribución de los grandes empresarios para financiar a la fuerza pública. Su campaña se posiciona como una opción de centro, crítica tanto del gobierno como de la oposición tradicional, buscando capitalizar el descontento con la polarización.