El presidente Gustavo Petro generó una fuerte controversia nacional e internacional al anunciar que Colombia abrirá una convocatoria para reclutar voluntarios con experiencia militar dispuestos a combatir en la Franja de Gaza. La propuesta se enmarca en su llamado a conformar un “Ejército de la Salvación del mundo” para “liberar a Palestina”, una idea que ha defendido tras considerar que la diplomacia ha fracasado en detener lo que califica como un genocidio. Durante su visita a Nueva York, el mandatario declaró que, a su regreso al país, habilitaría un proceso para que los voluntarios pongan sus conocimientos al servicio de esta causa. “Si le toca al presidente de la República de Colombia ir a ese combate no me asusta, ya estuve en otros, pues voy”, afirmó Petro, mostrando su disposición a participar personalmente. La iniciativa fue planteada en distintos escenarios, incluyendo una protesta en Times Square y foros en el marco de la Asamblea de la ONU, donde aseguró que Indonesia ya había respondido afirmativamente a su llamado, ofreciendo 20,000 hombres. La propuesta ha sido duramente criticada por la oposición en Colombia.
El senador Mauricio Giraldo, del Partido Conservador, la calificó como una contradicción, afirmando que el presidente “sueña con guerras lejanas mientras su pueblo vive sitiado por el crimen”.
Los opositores argumentan que el mandatario debería enfocar sus esfuerzos en fortalecer a las Fuerzas Armadas colombianas para enfrentar los problemas de seguridad interna en lugar de involucrarse en conflictos externos. La convocatoria de combatientes ha sido calificada como una “payasada” por algunos sectores, quienes la ven como una distracción de los problemas nacionales.
En resumenLa propuesta del presidente Petro de reclutar voluntarios para un conflicto en Gaza ha profundizado la polarización en Colombia. Mientras el gobierno la presenta como un acto de solidaridad internacional, la oposición la utiliza para criticar sus prioridades en materia de seguridad, convirtiendo la política exterior en un nuevo campo de batalla electoral.