Estas afirmaciones han generado malestar en otros sectores del Pacto Histórico, especialmente en el precandidato Gustavo Bolívar.

Además de su rol como articulador y opinador, Benedetti ha manifestado su interés personal en la política local, afirmando: "A mí me gustaría ser alcalde de Barranquilla", una declaración que desafía directamente la hegemonía de la casa Char en el Atlántico. Su influencia también se extiende a decisiones judiciales, como su reciente nombramiento de ministro de Justicia ad hoc para el caso del expresidente Álvaro Uribe, lo que lo sitúa en un rol clave en un proceso de alta sensibilidad nacional.