Petro argumentó que la decisión obedece a “lineamientos meramente políticos” y no a un análisis técnico de los resultados de su gobierno, que según él, ha alcanzado cifras récord de incautación de cocaína. Como consecuencia, anunció el fin de la erradicación forzada, afirmando que “mata policías”, y la suspensión de la compra de armamento a Estados Unidos. La oposición, incluyendo a los expresidentes Iván Duque y César Gaviria, y 11 partidos políticos, responsabilizó directamente a Petro, señalando que el “descertificado fue Petro, no el país”, debido al fracaso de su política de “paz total” y al aumento de los cultivos ilícitos. Por su parte, el Departamento de Estado de EE.

UU. aclaró que la medida se debe a las “políticas fallidas” del liderazgo de Petro y no a la labor de las Fuerzas Militares, instando a Colombia a reducir los cultivos y reanudar todas las extradiciones para revertir la decisión.