Vinculó la retórica política del mandatario con atentados y asesinatos recientes, incluido el del senador Miguel Uribe Turbay, y afirmó que “Colombia no puede normalizar la persecución política”. La respuesta del presidente Petro fue inmediata y contundente, acusando a De la Espriella de tener una “alianza con el paramilitarismo” y de haber participado en “estafas” con “dineros del narcotráfico” en Córdoba. A través de la red social X, Petro escribió: “Tu alianza, Abelardo, con el paramilitarismo sí es una instigación a los crímenes contra la humanidad”.
Por su parte, el precandidato replicó que dichas acusaciones en su contra son un “montaje” que ya fue resuelto por la justicia en 2009, calificándolo como “cosa juzgada”. Este enfrentamiento evidencia la creciente judicialización de la política y el tono confrontacional que está marcando el inicio de la carrera presidencial.