El magistrado ponente, Altus Baquero, argumenta que Colombia Humana incumplió sus propios estatutos para aprobar la fusión.

Según la norma interna, se requería un quórum de dos terceras partes de sus 114.381 afiliados, es decir, 76.315 personas, pero a la asamblea decisoria solo asistieron 1.280 delegados.

Esta irregularidad procesal es la base para invalidar su inclusión en el nuevo partido, que por ahora estaría conformado únicamente por el Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Partido Comunista. La reacción desde el oficialismo ha sido de rechazo unánime. El representante Alirio Uribe calificó la ponencia como un intento deliberado de “dividir el Pacto Histórico”, mientras que la senadora Isabel Zuleta la describió como una “jugada para dividirnos” motivada por el “miedo que tienen a vernos unidos”. Por su parte, el precandidato Gustavo Bolívar advirtió que se analiza la posibilidad de que los partidos cobijados por la medida renuncien a sus personerías jurídicas para unirse bajo un solo “partido sombrilla”, con el fin de preservar la unidad. La decisión final del CNE, prevista para el 17 de septiembre, es crucial, ya que la inscripción de candidatos inicia apenas dos días después, dejando un margen de maniobra mínimo para la coalición.