El presidente Gustavo Petro afirmó categóricamente que los alcaldes “no están autorizados para representar a Colombia” y que suplantar las funciones constitucionales del presidente “comete un delito”. Su ministro del Interior, Armando Benedetti, fue más allá, anunciando que los denunciará por usurpación de funciones y posible abandono del cargo, calificando la gira como un “show político”.

En contraste, los alcaldes defendieron su gestión.

Federico Gutiérrez declaró desde Washington: “Estamos aquí pese a Petro, pese a las amenazas de Petro y su gobierno.

No nos vamos a dejar intimidar”.

Por su parte, Alejandro Eder enmarcó su visita en la necesidad de fortalecer la cooperación en seguridad, inversión y comercio, advirtiendo que “las consecuencias de una descertificación las sentiremos directamente en Cali”. La misión, que inicialmente incluía a los alcaldes de Bogotá, Barranquilla y Cartagena, quienes finalmente declinaron su asistencia, recibió el respaldo de gremios como la ANDI y Fenalco, que destacaron la importancia de mantener a Estados Unidos como un aliado estratégico. Este enfrentamiento evidencia cómo la política exterior y la seguridad se han convertido en un campo de batalla electoral entre el gobierno y figuras de la oposición con aspiraciones presidenciales.