Esto ya ha tenido consecuencias prácticas: la firma Invamer interrumpió su encuesta bimensual por primera vez en 32 años.

Una de las paradojas señaladas es que, mientras se busca mejorar la calidad de la información, la ausencia de encuestas profesionales ha dado paso a la proliferación de sondeos falsos y datos de casas de apuestas en redes sociales, sin posibilidad de contraste.

Críticos como el encuestador César Caballero advierten que la veda solo aplica para los medios y el público general, mientras que los candidatos con recursos seguirán contratando estudios privados, creando una asimetría informativa que beneficia a las campañas más poderosas.

El magistrado ponente, Juan Carlos Cortés, ya solicitó al Congreso y a diversas entidades sus conceptos sobre el impacto de la ley.