La iniciativa, que busca unificar a sus diversas fuerzas políticas, se ha topado con obstáculos jurídicos en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y con las dinámicas internas entre sus múltiples precandidatos presidenciales.
El principal desafío es la obtención de la personería jurídica. Una ponencia del magistrado Alfonso Campo en el CNE propone negar la creación del partido Progresistas, liderado por la senadora María José Pizarro y los representantes David Racero y Heráclito Landinez. La negativa se basa en que su partido de origen, el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (MAIS), enfrenta procesos sancionatorios, lo que, según la Ley 1475 de 2011, impediría una escisión. Esta situación podría afectar también la fusión de otros partidos clave de la coalición, como Colombia Humana y la Unión Patriótica, que también tienen investigaciones abiertas por la financiación de la campaña presidencial de 2022. El presidente Gustavo Petro ha calificado estas dilaciones como un “golpe brutal a la democracia” por parte de una “mayoría opositora en el CNE” que buscaría impedir la participación de la coalición en las próximas elecciones. A nivel interno, la coalición ha definido la realización de cinco debates regionales y uno nacional entre sus diez precandidatos, entre los que destacan Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, Daniel Quintero y la propia Pizarro, para definir su candidato único en una consulta en octubre. El presidente Petro ha pedido a la bancada mantener la unidad y no vetar la aspiración de Quintero, mostrando su interés en mantener cohesionada a la coalición.