Tras el anuncio, el senador denunció penalmente al expresidente Álvaro Uribe, a sus hijos y al director del Centro Democrático por una presunta “campaña sistemática de persecución y difamación”.

Según Cepeda, ha sido señalado falsamente de tener vínculos con las FARC y el narcotráfico, acusaciones que, afirma, ponen en riesgo su seguridad. En respuesta, Tomás Uribe lo calificó como “el heredero de las FARC” y solicitó información ciudadana para la defensa de su familia. El concejal Daniel Briceño también se sumó a las críticas, llamándolo el “candidato de las Farc”.

Este cruce de acusaciones refleja la profunda división que su figura genera. Dentro del Pacto Histórico, su candidatura es vista como una opción de coherencia y experiencia, capaz de unificar a la izquierda tradicional y disputar el liderazgo con perfiles más disruptivos como el de Daniel Quintero.