El presidente Gustavo Petro ha generado controversia al plantear una nueva hipótesis sobre el magnicidio del senador Miguel Uribe Turbay, vinculándolo ahora a un "negocio de esmeraldas" y a una "junta mundial del narcotráfico", lo que se suma a sus anteriores señalamientos contra grupos disidentes. Durante su intervención en el XX Conversatorio de la Jurisdicción Constitucional, el presidente Petro sugirió una nueva línea de investigación sobre el asesinato del precandidato presidencial. “Es probable, la Fiscalía nos debe decir, que el asesino del senador Uribe Turbay está ahí, por un negocio de esmeraldas”, declaró el mandatario, añadiendo que la única forma de sobrevivir en el país es “saber quién puede matarte antes de que te maten”. Esta declaración se suma a sus afirmaciones previas que vinculaban el crimen con una “junta mundial del narcotráfico”, una confederación de mafias que, según él, opera internacionalmente y tiene un capítulo en Colombia.
En días anteriores, Petro también había señalado a la Segunda Marquetalia como posible responsable.
Estas hipótesis cambiantes han sido criticadas por la oposición y figuras como el exfiscal Francisco Barbosa, quien calificó las declaraciones de “infamia absurda” y exigió al presidente presentar cualquier prueba ante la Fiscalía para no “contaminar una investigación”. La Fiscalía, por su parte, mantiene la hipótesis de un móvil político y avanza en operativos para capturar a los intermediarios del crimen, con la Segunda Marquetalia como principal sospechosa, aunque las nuevas versiones del presidente introducen elementos de disputas económicas en el caso.
En resumenLas múltiples y cambiantes hipótesis del presidente Petro sobre el asesinato de Miguel Uribe Turbay han generado confusión y críticas por una posible interferencia en la investigación oficial. Mientras la Fiscalía se enfoca en un móvil político, el mandatario introduce elementos de narcotráfico y disputas económicas, politizando aún más la tragedia y sembrando dudas sobre la dirección de las pesquisas.