El expresidente Álvaro Uribe Vélez recuperó su libertad por orden del Tribunal Superior de Bogotá e inmediatamente reingresó a la arena política con un acto público, marcando un punto de inflexión para la campaña del Centro Democrático y la oposición de cara a 2026. Tras permanecer 19 días en detención domiciliaria después de su condena en primera instancia, el expresidente Álvaro Uribe fue puesto en libertad el 20 de agosto, luego de que el Tribunal Superior de Bogotá revocara la medida al considerarla “vaga” y “subjetiva”. Horas después de recibir la boleta de libertad, Uribe encabezó un acto público en Sabaneta, Antioquia, donde fue recibido por cientos de simpatizantes. En su discurso, delineó su estrategia para las elecciones de 2026, asegurando que dedicará “cada minuto” de su libertad a “luchar por la libertad de Colombia”.
El líder del Centro Democrático hizo un llamado a conformar una “gran coalición democrática” que trascienda su partido para enfrentar al gobierno actual.
“Vamos a ganar tranquilamente, no vamos a decir afuera, sino adentro democracia”, expresó, moderando los gritos de “fuera Petro” de la multitud.
Uribe instó a su partido a elegir “ojalá rápidamente” a su candidato único para luego dialogar con otros sectores, incluyendo a quienes votaron por Petro y hoy están “arrepentidos”.
Esta reaparición pública, aunque su situación judicial sigue pendiente de la apelación, lo reposiciona como la figura central de la oposición y el principal estratega de la derecha, con la capacidad de movilizar bases y articular alianzas políticas.
En resumenLa liberación de Álvaro Uribe y su inmediato regreso a la actividad política revitaliza a la oposición. Su llamado a una amplia coalición y a definir rápidamente un candidato único del Centro Democrático marca el inicio formal de su estrategia para recuperar el poder en 2026, consolidándose como el principal adversario del proyecto político del presidente Petro.