Días después, durante el Festival Petronio Álvarez en Cali, fue nuevamente recibido con silbidos y rechiflas.

A pesar de la recepción hostil, Quintero ha capitalizado estos momentos para reforzar su narrativa de ser un líder antisistema y excluido por las élites.

Esta estrategia parece estar dando resultados en términos de visibilidad. Una encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) lo ubica en segundo lugar en la intención de voto para la consulta del Pacto Histórico, con un 20%, mientras que la firma Guarumo lo posiciona en el quinto lugar general entre 75 aspirantes. Sus acciones, aunque criticadas por otros precandidatos como Susana Muhamad, quien le reclamó no “mercadear electoralmente con el dolor del pueblo palestino”, lo mantienen en el centro de la conversación pública.