Esta aceleración busca dar tiempo suficiente al elegido para consolidar su campaña.
El proceso interno cuenta actualmente con cuatro precandidatas: las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, junto al también senador Andrés Guerra.
Sin embargo, el expresidente Uribe ha sugerido la posibilidad de sumar un quinto nombre, una decisión que, según indicó, debe ser consultada con Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado. Uribe Londoño ha jugado un papel central en los homenajes póstumos, ofreciendo el legado de su hijo al partido para “ganar las elecciones y que con quien resulte favorecido en estas consultas salvemos a Colombia”. Esta declaración ha sido interpretada como un respaldo a la unidad del partido y a la continuidad del proyecto político de su hijo. El expresidente Uribe ha sido enfático en que cualquier nuevo aspirante debe ser un “militante del partido”, cerrando la puerta a figuras externas en esta fase inicial. La senadora Paloma Valencia ha confirmado que el mecanismo de selección acordado es una encuesta, aunque la fecha exacta sigue en discusión. La colectividad enfrenta el desafío de canalizar el impacto emocional del magnicidio en una estrategia electoral cohesionada, mientras gestiona las aspiraciones internas y la necesidad de presentar un frente unificado.