Una de las voces más significativas fue la de María Claudia Tarazona, viuda del senador, quien desde el Capitolio Nacional pidió explícitamente no tomar represalias. "Rechazo cualquier acto de violencia o cualquier acto de venganza por la muerte de Miguel, porque para honrarlo sólo debe haber amor en nuestros corazones", declaró, enviando un poderoso mensaje de paz en medio de su dolor.
A su llamado se unió el procurador general, Gregorio Eljach, quien propuso un "consenso por la vida" y pidió al presidente Petro y a todos los líderes políticos "serenar los ánimos" y "apaciguar los espíritus".
Eljach instó a que las controversias se resuelvan con diálogo y no con agresiones. De igual forma, el presidente del Senado, Lidio García, advirtió que el país se está "devolviendo 30 años atrás" y pidió aunar esfuerzos para que las próximas elecciones se desarrollen en paz.
La Iglesia Católica, a través del cardenal Luis José Rueda, también se sumó, pidiendo "desarmar la palabra" y construir una cultura de encuentro y respeto a la vida. Estos llamados reflejan una preocupación transversal por el clima de hostilidad y buscan evitar que la tragedia profundice aún más las divisiones en Colombia.