En un discurso público, el mandatario sugirió que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) podría estar detrás del crimen, aunque sin confirmarlo de manera definitiva. "Es probable, no puedo afirmarlo, que sea el autor del asesinato del senador Miguel Uribe Turbay por dinero", declaró, añadiendo que la investigación deberá determinar la verdad.
Esta hipótesis se suma a las ya existentes que apuntan a disidencias de las FARC.
Simultáneamente, Petro advirtió que denunciará por calumnia a quienes vinculen a su gobierno con el magnicidio. "No debo dejarme calumniar, porque es un delito a la vista y tengo obligación como funcionario público de denunciarlo", afirmó en su cuenta de X, asegurando que "no hay una sola prueba en la investigación que insinúe que el Gobierno es responsable". Esta postura defensiva ha sido interpretada por sectores de la oposición como un intento de desviar la atención de la responsabilidad del Estado en garantizar la seguridad de los líderes políticos, en un clima de alta polarización que, según sus críticos, ha sido exacerbado por el propio discurso presidencial.