Tras el fallo de la jueza Sandra Heredia, que encontró a Uribe culpable de soborno en actuación penal y fraude procesal, el Centro Democrático y sus aliados cerraron filas en su defensa.
Figuras como la senadora Paloma Valencia calificaron la decisión como una persecución política, argumentando que "respetar la justicia no significa que no se pueda criticar los fallos". El uribismo ha convocado a movilizaciones nacionales para el 7 de agosto en respaldo a su líder, enmarcando la condena como un ataque a la oposición. Medios internacionales como The Wall Street Journal también cuestionaron el fallo, alegando que se basó en pruebas obtenidas irregularmente. Por otro lado, sectores afines al Gobierno y las víctimas acreditadas en el proceso, como el senador Iván Cepeda, celebraron la decisión como un hito histórico contra la impunidad. El presidente Gustavo Petro ha defendido la independencia judicial, mientras figuras como la actriz Margarita Rosa de Francisco afirmaron que con el fallo "la horrible noche está cesando".
Esta fractura se refleja en el enfrentamiento directo entre Tomás Uribe, hijo del expresidente, y el senador Cepeda, quienes han cruzado graves acusaciones en redes sociales. El veredicto no solo define la situación jurídica de Uribe, sino que se ha transformado en el principal catalizador de la narrativa política para el próximo ciclo electoral.