Inmediatamente después de conocerse el sentido del fallo, el uribismo activó una estrategia de rechazo unificado. El expresidente Iván Duque afirmó que Uribe “es inocente y no está solo” y denunció un “proceso judicial lleno de irregularidades”. La senadora y precandidata María Fernanda Cabal calificó el fallo como “una infamia” y aseguró que la lectura de la jueza pareció “una declaración política” escrita por los “enemigos políticos del expresidente”. Por su parte, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, lamentó la decisión y expresó “serias preocupaciones sobre la manera en que se llevó a cabo el proceso”. En una de las reacciones más contundentes, el abogado Abelardo de la Espriella llamó a sus simpatizantes a manifestarse en las calles. “Lo que ocurrió hoy no es justicia: es una venganza política. El montaje está consumado, pero no podrán con el símbolo. ¡TODOS A LA CALLE! ¡URIBE INOCENTE!”, escribió en sus redes sociales, calificando el proceso como una “cacería orquestada para destruir al símbolo de la resistencia”. Esta narrativa de persecución política busca consolidar a su base electoral y enmarcar la decisión judicial como un ataque ideológico de cara a las elecciones de 2026.
